En música, un estándar es un esquema básico para entender una pieza.
Contiene la melodía original, su progresión armónica, una tonalidad, y la medida.
Se entiende que es lo suficientemente ambigua como para poder realizar diferentes interpretaciones que difieran más allá de la dinámica: por ejemplo, usar diversas notas dentro de la armonía, o variar el ritmo o el tempo.
Incluso la tonalidad y la medida pueden modificarse según convenga.
Sin embargo, no se limitan a este género, y actualmente el término estándar (standard) se aplica en los países anglosajones a las canciones melódicas de éxito, más o menos tenidas por clásicas y que son versionadas por múltiples intérpretes.