Fue el segundo poblado con formato permanente que se construyó en España y destacó por la calidad de su diseño.Juan Alberto Soler, prestigioso director artístico de la época, fue el encargado.Se crearon más de 40 edificios, algunos solo con fachada pero otros completos como el saloon, el banco o la iglesia del sector mejicano.Consiguieron los permisos, pero no se llegó a hacer realidad.Cuando se decidió destruir el plató, los empresarios decidieron rodar una última película, Le llamaban calamidad, que acaba con un espectacular incendio que destruye todo el poblado.