Toma su nombre de la palabra francesa trumeau, la cual designa el espacio entre ventanas.
Los espejos Trumeau estaban destinados originalmente para colgar en una pared entre ventanas, funcionado como elemento decorativo y aumentando la luminosidad de la habitación al reflejar la luz del sol.
La mayoría de los espejos trumeau antiguos están muy adornados y con frecuencia tienen un marco dorado.
Reproducciones de espejos Trumeau del siglo XVIII se hicieron muy populares en Inglaterra durante el periodo de Regencia y en los años 50 del siglo XX, períodos en los que el mobiliario francés se puso de moda.
Un auténtico espejo Trumeau puede costar entre 2.000 y 20.000 dólares.