Damocles es un personaje que aparece en una anécdota moral (referida como la espada de Damocles), una adición tardía a la cultura griega clásica.
Cicerón hizo uso de ella en Disputaciones tusculanas V, 61-62.
[1] Damocles fue, al parecer, un cortesano excesivamente adulador en la corte de Dionisio I, un tirano de Siracusa, Sicilia, del siglo IV a. C. Propagó que Dionisio era realmente afortunado al disponer de tal poder y riqueza.
Esa misma tarde se celebró un opíparo banquete donde Damocles gozó siendo servido como un rey.
Inmediatamente se le quitaron las ganas de los apetitosos manjares que le sirvieron y las hermosas mujeres que había pedido, y pidió al tirano abandonar su puesto, diciendo que ya no quería seguir siendo tan afortunado.