Espacio confinado

Un espacio confinado o recinto confinado es aquel que dispone de aberturas de entrada reducidas, una ventilación natural desfavorable y no está concebido para permanecer en su interior.Un ejemplo sería un depósito cerrado, con una concentración deficiente de oxígeno, al que se accede por mantenimiento.Aunque el término suela asociarse a recintos cerrados, no deben olvidarse aquellos parcial o totalmente abiertos, en los que se identifiquen los mismos riesgos, tales como balsas de residuos, purines, fangos de EDAR, vertederos..., que presentan atmósferas deficientes en oxígeno y con gases producidos por reacciones anaerobias: metano, dióxido de carbono, monóxido de carbono, hidrógeno, sulfuro de hidrógeno, amoniaco, benceno...[3]​ Además de por sus características geométricas (abiertos o cerrados) los espacios confinados suelen clasificarse en tres clases y categorías atendiendo respectivamente a sus riesgos o procedimientos de trabajo:[4]​ Los accidentes en espacios confinados son especialmente relevantes en el ámbito de la Seguridad Industrial dada la exposición a riesgos muy graves tanto por parte del accidentado como del equipo de rescate.[5]​ NIOSH (The National Institute for Occupational Safety and Health) estima que dos tercios de los accidentes mortales en espacios confinados se deben a atmósferas peligrosas, que en el 70 % de los casos estaban antes de iniciar los trabajos.[4]​ Por último cabe destacar que el 60 % de los fallecidos son rescatadores intentando salvar a un accidentado inconsciente, lo que demuestra la relevancia en la planificación y entrenamiento en planes de rescate.
Un espacio confinado con entrada hombre.