Cabe así pensar que, sobre un plan inicial de nueve libros, el código no llegó a ser concluido, o bien simplemente que se extraviaron los libros siguientes.
Alfonso X cuando comienza su reinado, al igual que su padre Fernando III había llevado a cabo, otorgó los fueros del sur y norte, intentará redactar un Derecho Real, para toda la corona de Castilla, que redactó él mismo junto con sus consejeros: El Espéculo de las leyes, que tras quedar incompleto, le llevó a redactar su obra más ambiciosa, Las Siete Partidas.
El hecho de que no llegase a ser terminado fue debido al Fecho del Imperio (Alfonso X pretendía convertirse en emperador del Sacro Imperio Romano Germánico por herencia materna, empresa en la que no tuvo éxito) olvidándose así del Espéculo y comenzando la redacción de Las Partidas, obra más completa que sí se ha conservado.
Esa aspiración, fallida luego, le lleva a disponer que se redacten las Partidas.
El posterior Fuero Real desplazó el Espéculo como cuerpo legal, es decir en tanto código formal vigente, lo que no impidió que este texto conservara un alto prestigio como obra de doctrina jurídica.