En el escudo del Estado de la Ciudad del Vaticano figuran, en un campo de gules, dos llaves entrecruzadas, una de plata, apuntando hacia la diestra, y la otra de oro, apuntando hacia la siniestra; ambas unidas con un cordón de gules o azur.
Sobre las llaves, en el jefe aparece representada la tiara del pontífice.
El cordón es el símbolo del vínculo entre los dos poderes.
Las llaves son, desde el siglo XIV, símbolo de la Santa Sede.
La tiara está compuesta por tres coronas que representan las atribuciones del papa como “pastor”, “maestro” y “supremo sacerdote” de la Iglesia.