En 1938 al ser propuesta en la Sociedad Chihuahuense de Estudios Históricos la elaboración de un escudo que sirviera a la misma, se encargó el proyecto a una comisión de socios, entre los que se encontraban León Barri y José Carlos Chávez Flores, los cuales elaboraron una propuesta.
Fue indudablemente José Carlos Chávez quien más trabajo dedicó al proyecto hasta dejar terminado el escudo definitivo adoptado por la sociedad.
(Esto es inusual entre los escudos de México, los cuales siguen la tradición heráldica española.
Los cerros, que son parte del paisaje, simbolizan también lo inhóspito de estas tierras.
Destacan en esta sección, sobre medallón estilizado de oro, a la diestra, un soldado español; y a la siniestra, una mujer tarahumara, ambos con vista al centro, los cuales representan la importancia de la colonización, así como el mestizaje.