Escritura española en el siglo XV

Se diferenciaba únicamente de la escritura francesa en que era más estrecha y tenía sus extremidades superiores e inferiores terminadas en ángulos agudos.

Se usó principalmente para las inscripciones y en la tipografía desde los primeros tiempos de la imprenta.

Era la escritura cortesana apretada, menuda, no muy pródiga de abreviaturas y extremadamente ligada.

Sus rasgos finales solían prolongarse en forma curva, encerrando dentro de sí cada palabra.

En los últimos años del siglo xv llegó a hacerse exclusivo su uso en las escribanías y tantos perjuicios acarreó que hubo necesidad de que se dictaran disposiciones legales para evitar sus inconvenientes.

Documento de 1606 referido a Quevedo con escritura procesal encadenada