El alfabeto birmano también sirve para escribir los idiomas litúrgicos, pali y sánscrito, para los que dispone de un amplio catálogo de letras específicas no utilizadas en el vocabulario nativo.
El birmano se escribe de izquierda a derecha y no requiere espacios entre las letras, aunque la escritura moderna usualmente contiene espacios después de cada cláusula para mejorar la legibilidad.
La evidencia más antigua del alfabeto birmano data del año 1035, pese a que un molde hecho en el siglo XVIII de una antigua inscripción en piedra apunta al año 984.
[1] La caligrafía birmana originalmente seguía un formato cuadrado, pero el formato cursivo se arraigó desde el siglo XVII cuando la escritura popular llevó a un uso más amplio de hojas de palma y papel doblado conocido como parabaik,[2] donde un lápiz rasgaba estas hojas al tratar de hacer líneas rectas.
[2] El alfabeto ha sufrido modificaciones considerables para adaptarse a la evolución fonológica del idioma birmano.