Erupción subaérea

A diferencia de las lavas submarinas, que interactúan con el agua antes de alcanzar la superficie, las lavas subaéreas entran en contacto directo con la atmósfera.

Este proceso puede generar características geológicas únicas, como coladas de lava, conos volcánicos y otros elementos que contribuyen a la morfología del terreno.

Las lavas subaéreas suelen estar compuestas principalmente de basalto, aunque la composición puede variar según la ubicación geográfica y la actividad volcánica específica.

En Islandia, un país con una alta actividad geotérmica, las lavas subaéreas han contribuido a la creación de paisajes impresionantes, incluidos campos de lava y conos volcánicos.

Además, estas formaciones pueden tener impactos significativos en el medio ambiente y en las comunidades cercanas a las áreas volcánicas.

Erupción del Monte Santa Helena el 18 de mayo de 1980.