[1] El director del INSIVUMEH agregó que ahora la situación era crítica porque la ceniza y la lava habían causado incendios forestales.
El INSIVUMEH reportó que el volcán tenía de cuatro a seis explosiones por hora, que las columnas de ceniza alcanzaron los cuatro mil ochocientos metros de altura, y que las nubes incandescentes se desplazaron aproximadamente a veinte kilómetros alrededor del volcán.
[1] La estación de monitoreo ubica en la aldea Panimaché indicó que la actividad del volcán se manifestaba con bloques de nubes que descendían hasta la vegetación generando flujos piroclásticos e incendios.
Las explosiones continuaron generando retumbos y ondas de choque sensibles a veinte kilómetros al sur y suroeste del complejo volcánico.
[2] El Ejército de Guatemala dio a conocer que desde la noche del 7 de febrero desplegó cien soldados para limpiar las cenizas en el Aeropuerto Internacional La Aurora y habilitar las instalaciones; desde las 17:32 horas del 7 de febrero los vuelos habían sido desviados hacia El Salvador.