Ernesto Furió Navarro (Valencia, 9 de marzo de 1902 - Valencia, 1 de marzo de 1995) fue un pintor y grabador español.
[1] Dedicó la mayor parte de su vida al grabado calcográfico, con estancias en París, en 1930, y en Italia, pensionado por el gobierno español, en 1957.
En sus últimos años fue también un acuarelista de paisajes y tipos rurales.
Posiblemente el grabador valenciano más importante de la posguerra, su obra, con temas referentes al paisaje urbano y monumental, es «minuciosa, figurativa, muy matizada», y la influencia que ejerció sobre sus discípulos (como Manolo Gil), «básicamente técnica».
[2] Murió en 1995, a los 92 años, y fue enterrado en el cementerio del Canyamelar, el barrio de Valencia en el que había nacido.