Perteneció al grupo de sopranos llamadas "sopranos ligeras" por su facilidad en las zonas más agudas del registro como Lily Pons, Mado Robin o Yma Sumac.
Debutó en 1925 en Berlín guiada por Bruno Walter y cantó en la Semperoper de Dresde en 1934 donde el director Karl Böhm y el compositor Richard Strauss la escogieron para el estreno mundial de Die schweigsame Frau (La mujer silenciosa) en 1935.
En 1936 en Roma cantó en La flauta mágica junto a Licia Albanese y Tito Schipa dirigida por Tullio Serafin.
En 1954 regresó a América con un triunfal concierto en Carnegie Hall y otras plazas, nunca cantó en el Metropolitan Opera.
Su discografía es abundante y testimonia sus asombrosas excursiones al registro sobreagudo que le valieron el apodo de "ruiseñor alemán" así como su actuación en diversos films de la época.