La ermita fue fundada a finales del siglo XIX por los vecinos de Santa Anna.
Sin embargo, fue restaurada posteriormente en 2012, volviendo a estar pintada de color ocre.
[1][2] El edificio consiste en una pequeña capillita de planta rectangular.
Bajo el hueco de la campana hay un zócalo cerámico fechado en 1951 representando a Nuestra Señora del Buen Suceso.
La imagen de la Virgen se halla sobre un sencillo altar.