En la cabecera tres arcos de medio punto sobre pilastras, el central de dimensiones mayores que los laterales, todo en ladrillo sobre muro enlucido y pintado en blanco.
El altar se realiza en fábrica de ladrillo cara vista.
A lo alto de los muros se abren ósculos que recorren los cuatro lados del rectángulo.
Al exterior un pórtico formado por arcos de medio punto recorre la ermita a los pies y en los laterales.
Se construyeron también cuatro molinos a lo largo del cerro para ambientar y recrear una estampa cervantina, que no han existido nunca en ese lugar.