El huevo es blanco, cubierto de una sustancia pegajosa y tiene forma alargada.
[2] Vive en alcantarillas, desagües o aguas negras, alimentándose de las numerosas bacterias.
Cuando la larva completa su desarrollo sale del agua y busca un lugar seco para convertirse en pupa.
Se parece a la abeja doméstica, pero se diferencia por la falta de cintura entre el tórax y abdomen, solo dos alas en vez de cuatro, ojos mucho más grandes y antenas pequeñas.
Sin embargo, se han dado algunos casos de miasis intestinal humana al ser tragadas las larvas accidentalmente junto con el agua contaminada en la cual viven;[5] y se ha descrito al menos un caso de miasis genital accidental en una paciente contraída posiblemente por estimulación genital con vegetales.