Era mesiánica

La tradición enseña que el séptimo día de la semana, el día de descanso del Sabbat, corresponde al séptimo milenio, la era del «descanso» universal: la Era Mesiánica.Numerosos eruditos judíos, tanto antiguos como tardíos, apoyan y profundizan este tema, entre ellos: Ibn Paquda,[5]​ Abraham ben Meir ibn Ezra,[6]​ el Nahmánides,[7]​ Isaac Abrabanel,[8]​ Moshé Jaim Luzzatto,[9]​ Gaón de Vilna,[10]​ Aryeh Kaplan, [11]​ y el Rebe de Lubavitch.Según Yehuda Leib Schapiro, decano de la Yeshiva Gedola Rabbinical College de Greater Miami, lo que era antiguo tuvo que ser destruido para dar lugar a la construcción del Nuevo Templo Mesiánico y a la futura revelación de Ha-Shem que superará todo lo conocido hasta ahora.Los judíos reformistas no son exclusivos en cuanto a sus esfuerzos; enseñan que la cooperación de todas las personas buenas creará ese Mundo mejor.Según las escrituras, la característica de la era mesiánica é una efusión extraordinaria del Espíritu sobre todas las personas que bebería traerles dones y carismas especiales.Según Isaías, la era mesiánica debía tener su líder ungido, el Mesías, que estaría lleno de los dones del espíritu para poder realizar su obra salvadora.(Is 11,1-3; 42,1; 61,1; véase también Mt 3,16)[17]​ Jesús utilizó milagros para convencer a la gente de que estaba inaugurando la era mesiánica (cf.Según el Libro de Jeremías, los tiempos mesiánicos serían sellados por la nueva alianza, la definitiva y eterna, escrita «en sus corazones» (Jr 31,31).Ezequiel dirá que la santidad del pueblo se correspondería a su vez con un amor especial, un favor y una protección de Dios: «Haré una alianza de paz» y «estableceré mi santuario entre ellos para siempre» (Ez 37,24; 39,29).[19]​ En el pasado, la era mesiánica se interpretaba a veces en términos de milenarismo.Después de eso, Satanás será derrotado de una vez por todas, la Tierra y el cielo pasarán, y la gente se enfrentará al juicio de Jesucristo para determinar si entrarán o no en el nuevo cielo y la nueva tierra que se establecerán.[21]​ Para los seguidores de esta secta heterodoxa del Islam, Mirza Ghulam Ahmad (fallecido en 1908) es visto como el Mesías prometido cuyas enseñanzas establecerán una reforma espiritual y, en última instancia, establecerán una era de paz en la tierra.