Además, aunque las Cuestiones Naturales de Séneca están dedicadas a un tal Lucilio, no está claro si es el mismo que el destinatario de las Cartas, y, desde luego, no aportan más datos con respecto a este.[2] La carta 18 fue escrita en diciembre de ese mismo año, en los días previos a las Saturnales.[2] La carta 67 nombra también al fin de una primavera fría y, teniendo en cuenta las cuarenta y tres cartas entre estas dos, se cree que esta última fue escrita el año siguiente.[2] La carta 122 hace referencia a la reducción de luz diurna durante el otoño.[2] Las 124 cartas están ordenadas en veinte volúmenes manuscritos, pero la colección no está completa.[5] Aunque están dirigidas a Lucilio, todas son cartas abiertas,[8] y fueron claramente escritas con un cuerpo de lectores más amplio en mente.[1] Séneca a menudo dice estar respondiendo cartas anteriores de Lucilio, aunque es improbable que el intercambio entre ambos haya sido estricto.[12] Incluso si ambos hubieran contado con acceso al servicio de correo imperial, una carta desde el Lacio hasta Sicilia tardaría entre cuatro y ocho días en llegar.[12] En muchos casos Séneca probablemente haya escrito sus cartas a medida que hallase nuevos temas.