Episodio de exceso de alcohol

[3]​ Actualmente no existe un consenso mundial que ayude a definir la cantidad de alcohol consumido para considerarse un exceso.

Sin embargo, en los Estados Unidos se ha definido un límite de 5 bebidas alcohólicas para hombres y 4 para mujeres.

Por ejemplo, el National Institute on Alcohol Abuse and Alcoholism (NIAAA) redefinió el término "borrachera" como "cada vez que alguien alcanza niveles de 0.08% o mayores en la prueba BAC".

[9]​ Ocasionalmente, en Estados Unidos, el término "congestión alcohólica" se usa para describir un episodio mucho más severo de borrachera (las que ocurren en una sola tarde).

Actualmente ambos problemas se han convertido en un riesgo que debe de considerarse una amenaza a la salud pública.

Estudiantes que forman parte de fraternidades y sororidades son conocidos por beber más (al igual que los atletas); en estas situaciones los esfuerzos y maneras de prevenir el abuso del alcohol son bien conocidos pero poco practicados.

Esta práctica es más común en hombres, en especial durante su adolescencia y cuando son adultos jóvenes.

La mayoría de estas personas no están conscientes sobre los riesgos que conlleva beber en exceso.

[21]​ Tomar en exceso durante la adolescencia está asociado con accidentes automovilísticos, comportamiento agresivo y suicidio.

Un gran número de adolescentes que abusan del alcohol también consumen otras sustancias psicotrópicas.

[3]​ Beber en exceso puede resultar en daño cerebral tan rápido o peor que el alcoholismo, esto debido a los efectos neurotóxicos de consumir una gran cantidad de sustancia y después pasar mucho tiempo sin consumirla.

El gran golpe neurotóxico al cerebro se debe a las grandes y repetidas cantidades de glutamato que es liberado durante la borrachera, resultando en excitotoxicidad.

[18]​ Una intoxicación aguda, así como sucede en las borracheras y en el alcoholismo, es conocida como un potente factor de riesgo para el suicidio.

[24]​ Emborracharse ha sido asociado con altos índices de divorcio, abuso conyugal y un bajo rendimiento en el trabajo.

Los estudios realizados en adolescentes han demostrado que el consumo continuo de alcohol provoca daños en el reconocimiento cognitivo.

[12]​ Se cree que las borracheras aumentan los impulsos, alterando las funciones de los circuitos prefrontales, subcortical y orbitofrontal.