Desde la teología los obispos errantes son obispos válidamente consagrados, pero ilícita, es decir, no recibieron el mandato apostólico del Papa o la autorización del sínodo en el caso de la Iglesia ortodoxa, pero no fueron asignados a una diócesis o eparquía determinada, o bien fueron privados de la misma por alguna razón, o fueron excomulgados por la Iglesia; también pudieron haber recibido una consagración irregular a cargo de otro obispo.
En la iglesia cristiana primitiva, estos "obispos errantes" constituían un problema, sobre todo porque pese a haber sido consagrados no se les dio jurisdicción sobre una diócesis.
En los tiempos modernos, muchos episcopi vagantes han aparecido fuera del control de cualquier autoridad eclesiástica.
Joseph René Vilatte, un antiguo católico francés, ingresó en la Iglesia Episcopal Protestante de Wisconsin, y posteriormente fue consagrado, en 1892, por el Metropolitan of the Independent Catholic Church of Ceylon, Goa, and India; trabajó en los Estados Unidos.
Se le acusó posteriormente de haber obtenido su consagración por declaración falsa, y fue repudiado por los Viejos Católicos.