Enric Torres-Prat

Tuvo vocación pictórica desde niño, interesándose tanto por la pintura como por la fotografía, pero se decantó por esta última cuando comprobó que era un medio mucho mejor para plasmar sus ideas.

Estudió en la Academia de Sant Jordi y en su juventud recorrió diversos países europeos y Estados Unidos, estudiando a su paso la pintura que de los diversos museos que encontraba.

[1]​ Comenzó progresivamente a trabajar en la agencia Selecciones Ilustradas con poco más de 20 años.

Posteriormente, el propio Torres junto con otros dibujantes aficionados al cómic americano sugirieron a Josep Toutain, director de Selecciones Ilustradas la posibilidad de probar suerte en este mercado,[4]​ hecho que se produjo hacia 1970.

[9]​ Tras dedicarse por entero a la pintura, abandonó los temas fantásticos que le hicieron célebre y se decantó por una temática figurativa simbolista.