Después de ser lanzados a otra galaxia por la supernova, junto con Apophis, al SG-1 no le queda remedio más que esperar su destrucción.
Además, se ven forzados a utilizar los cristales de la hiperpropulsión para reactivar los escudos.
SG-1 y Jacob entonces suben a ella, para ver si pueden usarla, o al menos conseguir cristales de hiperpropulsión para su nave.
El equipo entonces obtiene rápido los cristales, y luego regresa a la Ha'tak justo antes que los Replicantes los ataquen.
Sin embargo, cuando O'Neill lo abraza, Teal'c aprovecha para quitarle su arma, y junto a otros Jaffa rodean al equipo.
En tanto, en su interior, Apophis se halla con su escudo personal activado y rodeado de Replicantes.
Él lanza un último grito, mientras la nave cae al planeta, provocando una gigantesca explosión.