Licenciado en Historia Moderna, trabajó en la Editorial Cirene, de la que fue fundador.
En 1980 estudia cine en el taller de Artes Imaginarias y se aficiona a la fotografía.
En 1985 ordena y cataloga parte de la biblioteca del Museo Arqueológico Municipal.
Desde entonces ha publicado una docena de títulos, entre los que destacan La momia que me amó, Continúan los crímenes en Roma, Roma no paga traidores, El cielo encendido y otros misterios, El último crimen de Pompeya y El misterio de la habitación cerrada.
Su paso por la capital filipina le hizo cambiar su visión de la sociedad y del mundo en su conjunto.