Elena Brockmann
Pocas artistas lo intentaron, entre otras circunstancias por su mayor dificultad, quedando relegadas al dibujo de la vida cotidiana, el bodegón o el paisaje.A pesar de todas las dificultades y gracias a la amplia preparación recibida, Brockmann realizó de manera sobresaliente la pintura histórica, destacando por sus complejos temas y composiciones.Otra faceta que realizó Brockmamm, aunque menos conocida, fue la de retratista, pero no se prodigó en dicho género.Según la experta Gloria Martínez Leiva," era una obra sumamente ambiciosa con un gran número de figuras humanas muy bien caracterízadas e insertas dentro de un marco arquitectónico en perspectiva.Todas esas características le dieron el reconocimiento de sus coetáneos y pintores, quienes la definieron como “una artista increíblemente talentosa” tras sus exposiciones en Madrid.El crítico Isidoro Fernández Flórez (Fernanflor) dijo sobre la autora que “pinta como un hombre”.[5] Elena Brockmann fue considerada como una artista menor o simple aficionada en comparación con “los grandes autores masculinos”.Esto conllevó que las mujeres fueran excluidas de los círculos culturales.Con su obra Felipe II recibiendo la noticia de la pérdida de la escuadra la Invencible (1895) mostró una gran habilidad representando un tema histórico, hasta el momento realizado principalmente por hombres.[13] Con esta obra, y tras ganar varios premios en anteriores exposiciones nacionales, tenía las características para aspirar a una medalla de primer puesto, por su temática, tamaño y virtudes, pero a finales del siglo XIX este tipo de pinturas perdió popularidad.