A pesar de que el país ya no era un estado unipartidista, la oposición boicoteó la elección, pero sus nombres se mantuvieron en las papeletas.
[3] La oposición intentó convencer a Obiang de retrasar los comicios, sin éxito.
[4] No se permitió participar en el proceso electoral al candidato de la Plataforma de Oposición Conjunta (POC), Amancio Nsé, utilizando para ello una ley electoral hecha a medida del presidente.
[8] Para contrarrestar las críticas, Obiang invitó a la formación de un nuevo gobierno en el que figuras de la oposición ocuparan algunos cargos menores.
[9] Obiang fue investido para un nuevo mandato presidencial el 15 de marzo.