[3] Se llevó a cabo una votación preliminar entre el 12 y el 16 de noviembre, en la cual participó casi un 36% del censo.
[6][7] El Partido Cristiano Conservador y la Asamblea Socialdemócrata de Bielorrusia decidieron boicotear las elecciones.
Lidia Yermoshina, jefa de la Comisión Electoral Central de Bielorrusia, negó el fraude y argumentó que la acreditación del observador debería retirarse porque no se le permitió filmar el video.
[10] Los estudiantes de algunas universidades afirmaron que se vieron obligados a participar en la votación preliminar, o se les animó a hacerlo al permitir estar ausentes de las clases el sábado y el lunes.
[15] En contraste, los observadores de la Organización para la Seguridad y Cooperación en Europa consideraron que el proceso no cumplió con los estándares democráticos.
[17] La autoridad electoral bielorrusa criticó el informe emitido por la OSCE, calificándolo como "bastante sesgado".