[4] La concurrencia a votar descendió visiblemente, y el porcentaje del electorado registrado que emitió sufragio fue de un 58,41%, representando una caída de casi catorce puntos con respecto a las elecciones anteriores y constituyendo la participación más baja desde la instauración del sufragio universal en el país.
[3] El día antes, el primer ministro Timothy Harris anunció el 5 de junio como la fecha para las elecciones generales.
[2] La Asamblea Nacional de San Cristóbal y Nieves está compuesta por quince escaños.
De éstos, once son elegidos directamente por la ciudadanía mediante escrutinio mayoritario uninominal.
[7] El oficialismo centró su estrategia en exaltar el historial del gobierno durante los cinco años anteriores.
Harris publicó un mensaje en el que llamaba al electorado a la reflexión, afirmando que en los comicios se pondría en duda si «revertir el trabajo de los últimos cinco años y volver al país de las calles inseguras y deudas con el FMI del Partido Laborista de Douglas» o «continuar con el progreso».
El Partido Reformista de Nieves, presidido por Robelto Hector, obtuvo el 38,87% de los votos (que representaban un 7,99% contando todo el país) y se vio derrotado en el único distrito electoral que representaba, Nieves #11, por lo que se vio fuera de la Asamblea Nacional.
Fue la segunda vez que el NRP fracasaba en obtener escaños en toda su historia electoral y el antecedente más cercano se situaba en las elecciones de 1975, cuatro décadas y media atrás.
[9] El crecimiento electoral de la Unidad en Equipo fue considerado inusual, teniendo en cuenta la tendencia electoral en los países del Caribe de restar apoyo a los gobiernos en ejercicio.