El violinista es una escultura hecha por Pablo Gargallo el 1920 y que actualmente se conserva en el Museo Nacional de Arte de Cataluña.
Actualmente, la superficie de la escultura está deformada con ampollas debido a la incompatibilidad entre los dos materiales.
El análisis del compuesto blanco que se ha formado en el interior de algunas planchas de plomo ha confirmado la corrosión por carbonatación, una degradación iniciada debido a los compuestos orgánicos volátiles emitidos por la madera, que se ha ido agravando con los años.
El estudio, pionero en España, se ha llevado a cabo en Paul Scherrer Institut de Suiza.
Los resultados han sido fundamentales para concretar cuál debe ser la intervención en la escultura.