La mesa y la sala están decoradas con un exceso de velas encendidas donde sea posible encontrar un lugar para ellas.
La cena también está acompañada por músicos que tocan "violines, pífanos, trombones y un tambor", y aunque parecen entretener a todos los presentes, el narrador compara la música con ruidos horribles que en un momento incluso compara con los sonidos de un Toro de Falaris.
Demuestran al narrador el extraño comportamiento que han presenciado, incluidos pacientes que se creían una tetera, un burro, queso, champán, una rana, tabaco de rapé, una calabaza y otros.
Mientras el narrador pregunta cómo el personal del hospital se rebeló y puso las cosas en orden se escuchan ruidos fuertes y un grupo de hombres llenos de plumas escapan de su encierro e irrumpen en el salón, atacando y reduciendo a los comensales.
El narrador ingenuamente admite que, tras volver a su casa, por más que ha investigado infructuosamente aún no ha encontrado ninguna de las obras del Dr. "Tarr" ni del Profesor "Fether".