[5] En la introducción llamada "El gran secreto para ser santo", parece ser que dedica el libro a alguien, probablemente a alguno de sus hermanos, a quien le dice que está revelando un secreto: "Aquí hay un alma secreta o predestinada que el Altísimo me reveló, y que no pude encontrar en ningún libro, ni viejo ni nuevo"., que como tal no puede ser revelado ("sino a personas merecedoras"), por lo que requiere cierta preparación antes de leerlo: "Antes, sin embargo, para satisfacer tu ardiente y natural deseo de saber la verdad, recita de rodillas el Ave Maris Stella y el Veni Creator, para pedirle a Dios la gracia para comprender y probar este misterio divino".
[6] La obra se divide en dos partes; en la primera, al igual que en el Tratado, explica la necesidad de santificarse a través de María, describiendo el papel que desempeñó ella ante Dios y los hombres y reafirmando la necesidad de la devoción mariana.
Sin embargo, en la segunda parte, el libro se centra más en la "verdadera devoción", pasando por la esclavitud y consagración a Jesús por María y finalmente, la conclusión, titulada "El Árbol de la Vida" o "La manera de hacer que María viva y reine en nosotros".
En la primera parte, al igual que en el "Tratado", explica la necesidad de santificarse a través de María y describe el papel que María tuvo con Dios y los hombres, y reafirma la necesidad de la devoción mariana.
También se reanuda la "consagración a Jesús a través de María", indicando la importancia y los efectos que esto trae a quienes lo practican, y resumiendo esquemáticamente las prácticas internas y externas que deben ser practicadas por aquellos que se consagran.