Hasta que un día, el buen rey enfermó, y las tinieblas cayeron sobre toda Inglaterra.
Pero escucha un alboroto abajo: es Pete, quien intenta sacar al mendigo Mickey y a Pluto del castillo.
El príncipe llega para averiguar qué sucede, pero otro de los yelmos cae sobre su cabeza.
El príncipe le cuenta al mendigo que se aburre con su vida: levantarse temprano, estudiar todo el día, tener todas las noches fiestas y banquetes y luego, irse a dormir temprano.
Pero llega el príncipe, disfrazado aún del mendigo, ordenando que devuelvan la gallina.
Pero aparece Pete por detrás, quien lo amenaza con asesinar a su perro si no se corona.
El príncipe, sabiendo que deberá continuar la obra de su padre, decide volver inmediatamente al palacio.
El vergonzoso mendigo no quiere pasar, pero detrás de la cortina está Pete ahorcando a Pluto.
El príncipe le ordena al guardia que los deje salir, pero éste se niega a obedecer.
Donald abre la puerta, y los tres huyen hasta el final del pasillo, logrando hacer caer a todos los soldados.
El príncipe llega a tiempo antes de que maten al mendigo, y hace su entrada.
Hasta que el príncipe le corta los pantalones a Pete, revelando unos calzoncillos con corazones, y siendo empujado éste por la ventana por sus atrapados soldados dentro de una araña del techo.
El confundido obispo no sabe a quien coronar, hasta que Pluto reconoce al verdadero mendigo.