El pitufador de lluvia

El Gran Pitufo decide que inauguren la máquina con una tarde veraniega para ir de pícnic.

El Pitufo Poeta se queda en la aldea para hacer una oda al Sol, mientras que el Pitufo Labrador se queda en su huerta, con ganas de que llueva para facilitarle regar las verduras.

El Pitufo Labrador vuelve a activar la lluvia, y así sucesivamente, hasta que los dos pitufos se ponen a pelear, rompen los controles y la máquina se vuelve loca.

Sin embargo, antes de que crucen el puente sobre el Río Pitufo para volver hacia donde está la máquina, la corriente trae un tronco que choca con los pilares del puente y lo echa abajo.

Como no hay puente, el Pitufo Fortachón se ata una soga y nada al otro lado del río, pero antes de que los pitufos aten el otro extremo de la soga a la orilla para cruzar, un viento fuerte lleva al Pitufo con Gafas, que sujetaba tal extremo, hacia donde está el Pitufo Fortachón, así que éste cambia de táctica y lacea un gran tronco que sirve de puente improvisado.