El perseguidor

La historia se desarrolla en las noches insomnes del París de los años 50.

A través de conversaciones con Bruno, quien comienza a involucrarse más en su vida, Johnny expresa sus dudas sobre la realidad, el tiempo y su propia música, revelando una búsqueda introspectiva constante.

Bruno es crítico de jazz, escribe la biografía del músico y es su fiel compañero.

De hecho protege a Johnny como si fuera su madre o su padre, ayudándolo económicamente, consiguiendo contratos y organizando conciertos.

Sin embargo, junto a estas preocupaciones, en el cuento el crítico va destacando poco a poco la importancia de su libro, lo que demuestra que Bruno también tiene sus intereses.

Los temas son el principal conflicto del libro, ya que se basan en la ausencia de Johnny y en su otro mundo, ya sea cuando toca el saxo o cuando habla con Bruno.

Además, Johnny sabe que su experiencia temporal es radicalmente distinta a la de Bruno.

Hay también abundancia de diálogos entre Bruno y Johnny que permiten develar la auténtica realidad del protagonista.

Para terminar, la obra está caracterizada por la improvisación narrativa dado que la narración de Bruno sube y baja, el ritmo varía, hay pausas y silencios, los tiempos verbales cambian.

Parker, junto a Dizzy Gillespie y Thelonious Monk, forjó la renovación que inaugura la etapa moderna del jazz.

Este nuevo estilo se basa en la improvisación sobre una melodía modificando los acordes y creando variaciones sobre la estructura de los temas.

De hecho, la biografía representa un producto distinto al personaje sobre el que está escrita.