Le habla a Holland de "devolvérselos", pero este insiste diciendo "Yo te los di, son tuyos ahora."
Su Abuela Ada, una emigrante rusa, ayuda con los dotes de Niles, y le ha enseñado la habilidad psíquica de proyectarse fuera del cuerpo, por ejemplo en un pájaro; habilidad a la que ella llama "el gran juego".
A medida que el verano avanza, Holland parece realizar algunas bromas mortales.
Después de una lucha por la entrega del anillo, ella cae por las escaleras quedando parcialmente paralítica y con escasa habilidad para hablar.
En casa, Ada se culpa por haberle enseñado "el juego", pero le insiste en que no lo jugara más.
La cámara se acerca a un candado que ha sido cortado con un cortador de pernos.
[1] Si bien la película tuvo un estreno aceptable por la crítica y el público, se emitió regularmente en televisión en los años 70´s.
Tom Tryon, sin embargo, estaba decepcionado con la película pese a haber escrito el guion.
En la argentina, Miguel Ángel Palomo, del diario El País hizo su crítica: "La aproximación más perversa de la historia del cine al universo de la infancia (...) adapta una magnífica novela del actor y escritor Tom Tryon y logra uno de los filmes más alucinados que se hayan rodado jamás.
(...) La cámara de Mulligan exprime los rostros de ambos pequeños para adentrarse en un mundo escalofriante, en el que lo fantástico tiene tanta vida como lo real, y donde la infancia no es más que otra pesadilla.