Luego, Mateo tiene violentas imágenes que no pueden ser excluidas de sus pensamientos, tratando sobre el niño Arturo, quien había sido golpeado y finalmente ahorcado en un carrusel.
El cadáver es visto por el comisario Petrie quien se interesa en el caso y ve una extraña muestra de animales muertos en un cobertizo.
El comisario Petrie aparece en el consultorio para escuchar la conversación y luego, el Dr. Soria le dice a Estela que las visiones y pesadillas de Mateo se debe a su debilidad o problema de salud alguna.
Algora decide cambiar la trama del suceso acontecido pero que no afectaría a la realidad.
Gran parte del elenco debía realizar escenas de la película en Galicia, España, pero mayormente en Buenos Aires, Argentina.