Brutal y cínico, pero también muy inteligente e intelectual (aunque altamente sesgada en sus opiniones, ya que fue autodidacta), que gobierna sobre su barco y aterroriza a la tripulación con la ayuda de su excepcionalmente gran fuerza física.
Varios, al menos siete hombres, toman parte en el motín y atacan Larsen.
Larsen, sin embargo, lo que demuestra su inhumana resistencia, fuerza y convicción, logra abrirse paso a través de la tripulación, subir la escalera con varios hombres colgando de él, y escapar relativamente ilesos.
La señorita Brewster y van Weyden se conocían con anterioridad, pero solo como escritores.
Es pura casualidad que Van Weyden y la señorita Brewster vean a Larsen de nuevo.
Él finge parálisis e intenta asesinar Van Weyden cuando dibuja alcance de la mano, pero justo en ese momento es golpeado y queda el lado derecho de su cuerpo paralizado.
Su condición sólo empeora; pierde el uso de su restante brazo, la pierna y la voz.
Dan a Larsen un entierro en el mar, un acto reflejo de un incidente Van Weyden fue testigo cuando fue rescatado primero.