El documental describe un experimento realizado en Francia en 2009 para estudiar la autoridad de la televisión y su influencia sobre la obediencia.
Se buscaba concretamente evaluar la capacidad de desobediencia del sujeto a órdenes dadas con la autoridad de la televisión cuando estas le hacían infligir daño a otra persona.
Los sujetos del experimento fueron voluntarios para evaluar la validez de un supuesto nuevo concurso televisivo.
El castigo consistiría en descargas eléctricas cada vez más fuertes a medida que avanzaba el concurso llegando hasta los 460 voltios.
Esto supone un 19% más de obediencia que en el Experimento de Milgram, donde se obtuvo un resultado del 62%, aunque las diferencias entre los dos experimentos hacen difícil establecer paralelismos exactos.