El jardín del amor

Estuvo instalado en el Real Alcázar de Madrid y posteriormente en el Palacio del Buen Retiro,[1]​ ambos edificios desaparecidos.El papel simbólico de los amorcillos es el del amor y se les suele representar como en este caso, disparando flechas, arrojando flores o portando coronas.Se cree que con este asunto Rubens trata de hacer un homenaje a su esposa, representando una fiesta conmemorativa.La intervención de Rubens en este cuadro se centró casi exclusivamente en las figuras y en las zonas principales.En su taller se llevó a cabo por distintos colaboradores la ejecución del paisaje y algunos otros detalles.
Se detalla a una pareja bailando.