La edición argentina del reality se estrenó en 2008, presentada por Fabián Mazzei.
Tras los escasos resultados de audiencia, el programa no fue renovado para una segunda temporada.
La crítica señaló a Mazzei, en su debut como conductor, como frío y monocorde.
Para el primer objetivo, el casting proveyó al programa desde un ex presidiario a una animadora de fiestas infantiles, pasando por una trapecista, un odontólogo y un actor transformista.
El perdedor abandona la competencia, aunque desde el tercer episodio se les dio la oportunidad de permanecer en el programa en el destierro.