La traducción al español corrió a cargo de Rafael Carpintero.
Sus nuevos captores lo llevan a Estambul, donde termina pronto convertido en el esclavo de un intelectual de la corte real conocido simplemente como El Maestro, un hombre que le es tan parecido físicamente que bien podría ser su gemelo.
Eventualmente el sultán le solicita al maestro la construcción de una enorme arma metálica.
La dinámica de la relación esclavo-maestro es un tema recurrente en todo El castillo blanco.
Hoja también se da cuenta de esto, y a medida que los dos hombres aprenden más el uno del otro, la comprensión de que Hoja podría intercambiar lugares con él y regresar a Italia sin ningún problema se convierte en una fuente de angustia para el narrador.