Alfa y omega

Algunos manuscritos más tardíos repiten "Yo soy el alfa y la omega" en 1:11 también, pero esto no aparece en los manuscritos más antiguos, incluyendo el Alejandrino, el Sinaítico y el Códice Ephraemi Rescriptus.

El académico Robert Young afirma acerca de esta frase en el versículo 1:11 que "los [manuscritos] más antiguos la omiten".

De ahí que las letras Alfa y Omega yuxtapuestas se usen desde antiguo como un símbolo cristiano (ver ejemplos).

Tertuliano (De Monogamiâ, v), y por Prudencio (Cathemer, ix, 10) sabemos que en el siglo IV la interpretación de los escritos apocalípticos seguían siendo los mismos: "Alpha et Omega cognominatus, ipse fons et cláusula, Omnium quae sunt, fuerunt, quaeque post futura sunt" que traduce «Alfa y Omega sinónimo, el origen y el final mismo de todas las cosas que son, fueron y serán».

Fue, sin embargo, al principio de la cristiandad en que el símbolo Alfa y Omega se encontraba en boga.

Un crismón con el alfa y omega.
Escudo de armas del Principado de Asturias .
El escudo de armas de la diócesis anglicana de Trinidad .