[3] En 1910 se amplió con el área de restaurante, hacia calle Monserrate, comandado por un chef francés.
[4] En 1914, el catalán Constantino Ribalaigua comenzó a trabajar como mesero y cuatro años más tarde se convertiría en dueño del local al adquirirlo a Narciso Sala Parera, ya bajo su nombre definitivo, Floridita.
[5][4] En la década del '30, Hemingway se instaló en el Hotel Ambos Mundos, a pocas cuadras del Floridita, bar del que se hizo habitué y en el que acostumbraba beber daiquiri casi todos los días y, especialmente, la variante Papa Doble, creada en su nombre y llamada así debido a que en Cuba se conocía afectuosamente al escritor como "Papa".
[6][7] El Floridita se convirtió así en un homenaje permanente a Hemingway, con una exhibición de fotografías del escritor junto a sus amigos (casi en todas acompañado por un Papa Doble), así como un busto en bronce realizado en 1954 y ubicado en el que era su rincón favorito dentro del bar, y una escultura a tamaño real de 2003 donde se lo ve apoyado sobre la barra.
[8] A partir de la apertura de Cuba al turismo internacional, numerosas visitas guiadas pasan diariamente por El Floridita para que los viajeros se fotografíen junto a la escultura del escritor.