El primer amor que se tiene conocimiento es con su paisana Josefa Fernández Marín, con la cual contrajo matrimonio.
El Bizco formó una temible partida junto a Manuel Melgares, nacido en el cortijo "los Picos" en el barranco Güi pedanía de Torrox, aunque tiempo después fijó su residencia en Algarrobo, y Frasco Antonio de Veléz-Málaga, a este trío se le unirían años después otros tres componentes: "Pepe el Portugués", "Manuel Vertedor" y "Antonio Duplas".
Fueron célebres sus correrías por Sierra Morena y se destacó por ser uno de los bandoleros que más víctimas causó a la guardia civil.
Hoy la casa de su nacimiento (es un molino) ha sido restaurada y en ella se sitúa un típico museo, restaurante y hotel rural llamada la Posada del bandolero, hasta el día de hoy ningún historiador ha podido demostrar que fuera un simple criminal que actuara de una manera cruel y con vejaciones; sin embargo, el ilustre escritor y coronel de la Guardia Civil, José Osuna Pineda, en su libro "Hechos gloriosos de la Guardia Civil" lo califica como "un hombre valiente, que se jugaba la vida cara a cara".
[1] Otras fuentes le señalan como uno de los más feroces bandidos andaluces.