Badariense

Egipto comprendía dos zonas muy diferentes, una fértil y rica, el delta del Nilo, propicia para asentamientos estables, siendo región de encuentro entre Asia y África, con una incipiente cultura que se desarrollaría rápidamente gracias a la relación con otras culturas.

Y el sur, más árido, una franja fértil junto al Nilo, entre dos cadenas montañosas desérticas, con una población semisedentaria de cazadores con costumbres aún arcaicas.

La pesca fue primordial y pudo haber sido la principal actividad económica en algunos periodos del año.

Las tumbas badarienses eran de forma ovalada o rectangular, poco profundas y podían contener más de un cuerpo; estos, en posición fetal, sobre su costado izquierdo, con la cabeza dirigida hacia el sur, mirando al oeste, se envolvían con pieles o esteras y junto a ellos se depositaban alimentos y enseres funerarios como joyas, collares, amuletos cerámicos, paletas de piedra, vasijas cerámicas y cucharas de marfil o piedra.

También se han hallado restos de alimentos, como pan, trigo y cebada.

Figurilla del periodo Badariense.
Cerámica badariense.