Elías Garralda Alzugaray

Realizó su primera exposición en Barcelona con 22 años y se convirtió en un miembro destacado de la escuela olotina del paisaje.

Expuso por diversas galerías de toda España: Barcelona, Madrid, Bilbao... Su técnica consistía en pintar elaboradamente, del natural.

Su afición llegó hasta tal punto que su padre decidió matricularlo en la Academia del prestigioso profesor francés René Barnadin (poeta, escritor, pintor, muy informado de las corrientes estéticas modernas.

Se preocupaba por cultivar la retentiva de sus alumnos) Pasado el tiempo, Demetrio decidió volver y solicitar el reingreso en el magisterio.

[3]​ No obstante, Elías se adiestró en el dibujo cuyo dominio consideraba fundamental en el arte.

Cuando pudo adquirir una bicicleta pedaleó deportivamente hasta la falda del Pirineo, uno de sus sueños.