El término proviene del griego ephemeros, que vive un día y phyto, planta.
Tienen en común pequeño tamaño, alta densidad, ciclos de vida cortos y generaciones múltiples, cuando las condiciones son las adecuadas.
Pueden ser confundidas con geófitos, pero estas son siempre plantas perennes que pasan la estación desfavorable en forma de bulbo.
Esto se debe a la evolución paralela, ya que las especies de vida efimerófita no tienen porque estar emparentadas.
Su presencia se debe generalmente al clima y a otras condiciones, como la falta de agua, los incendios o una estación favorable para el crecimiento corta y esporádica.