La existencia o no de la asignatura, su carácter obligatorio u opcional, la concreción de su currículum, la selección del profesorado que la imparte, su valor académico, etcétera, son características que varían en los distintos países y épocas, según la política y la legislación educativa y el grado de laicidad o confesionalidad del Estado.Mientras que en la Antigüedad clásica las instituciones educativas surgidas de las escuelas filosóficas no tenían un marcado componente religioso, en la Edad Media cristiana la enseñanza fue eminentemente religiosa, vinculada a las escuelas monásticas y episcopales de las que surgieron los studia generalia y la universidad medieval.La especialización de las enseñanzas se hizo inicialmente con una clara prioridad: la teología estaba en la cúspide y los demás saberes estaban subordinados (philosophia ancilla theologiae) entre las órdenes religiosas dedicadas a la enseñanza destacaron los dominicos, los agustinos y los franciscanos.En la Edad Moderna se establecieron seminarios para la formación de los sacerdotes, diferenciados de las instituciones educativas para seglares; pero hubo también instituciones educativas confesionales en las que participaban ambos, particularmente los colegios jesuitas, los escolapios o las ursulinas.Así pues los musulmanes que no sean turcos no tienen asignatura de religión y deben acudir a sus respectivas comunidades para recibir formación religiosa, sin que el Estado intervenga.La asignatura es confesional y puede ser de religión católica, evangélica, islámica o judía.[5] La LOMCE de diciembre de 2013 ha vuelto a dar plena validez académica a la asignatura de religión —contará en el expediente académico por lo que se contabilizará para pedir una beca, por ejemplo— y ha establecido una materia alternativa que se llama Valores Sociales y Cívicos en Primaria y Valores Éticos en ESO, desapareciendo definitivamente la materia Educación para la ciudadanía.El Estado facilita que los alumnos puedan recibir enseñanza religiosa "en privado" en sus iglesias, mezquitas, sinagogas, etc; dejando el miércoles por la tarde libre de clases.[8] Siguiendo su tradición de tolerancia en los Países Bajos está reconocida la libertad de enseñanza, que permite a cualquier particular o comunidad fundar una escuela con la orientación religiosa que quiera o sobre principios laicos.Estas llamadas "escuelas especiales", que constituyen más de las tres cuartas partes de los centros educativos, son supervisadas y subvencionadas íntegramente por el Estado, al igual que las "escuelas públicas" fundadas por el Estado y gestionados por los ayuntamientos, que suponen menos de la cuarta parte del total.En primaria el 50% de los alumnos escoge la asignatura pero el número se reduce ostensiblemente en secundaria ya que no superan el 12%.Las academias están financiadas por el estado, pero permanecen fuera del control de las autoridades locales.En Key Stage 4, los alumnos deben examinar las perspectivas de diferentes grupos eclesiásticos.El curso forma parte del currículo escolar y su contenido es definido por la Oficina Nacional de Educación Católica (ONDEC) y el Ministerio de Educación, por este motivo el contenido se enfoca solamente en la religión católica.