Eduardo Newbery realizó varios vuelos en toda Argentina.
El intento terminó en tragedia y la ambición en última instancia les costó la vida de ambos.
[1] En 1916, el Aero Club Argentino nombró otro aerostato en honor de Eduardo Newbery.
Los tripulantes fueron el entonces teniente primero Ángel María Zuloaga y Eduardo Bradley.
La aeronave también tomó parte en varias competiciones aéreas en Argentina y estableció nuevos récords de distancia, resistencia y altitud.