En 1844, se convirtió en profesor de la Academia en una nueva cátedra creada para él en Perspektive und Ornamentik (perspectiva y ornamentación).
En 1860, el proyecto había sido sometido a concurso y ganado por los dos arquitectos.
Su diseño fracasó en casar con la monumentalidad del Heinrichshof, que se hallaba en frente (destruido en la II Guerra Mundial, y remplazado en 1955 por el Opernringhof).
Se dice que el emperador quedó tan conmocionado con el suicidio de Eduard van der Nüll, que en adelante respondería ante todo fenómeno de arte con la frase estándar: "Era muy bonito, me gustó mucho".
Eduard van der Nüll fue enterrado en una tumba honoraria en el Cementerio Central de Viena.